A pesar del nombre que recibe como "éxtasis líquido", nada tiene que ver con este, pues como ya hemos visto, el éxtasis es un derivado de la anfetamina mientras el GHB es un componente natural del metabolismo de los mamíferos. Su consumo se hace generalmente vía oral mezclado con agua, por lo que la dosis, la pureza y la química del cuerpo hace que sus efectos sean muy diferentes de unas veces a otras, además de la propiedad de interacción con otras sustancias depresoras del SNC, como el alcohol, somníferos, sedantes, etc. potenciando sus efectos mutuamente.
Su absorción es muy rápida, alcanzando su máxima concentración en sangre a la media hora y sus efectos en el organismo son muy breves (entre 60 y 90 minutos); se elimina principalmente por el hígado de forma muy rápida pues a las 6 horas no queda rastro en sangre y a las 12 queda eliminada en la orina.
Los primeros síntomas pueden consistir en somnolencia, hipotonía (disminucion del tono muscular), confusión, cefalea y desequilibrio, para evolucionar hacia depresión respiratoria severa, delirios, alucinaciones y coma.
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