Una vez ingerida la sustancia, esta entra al aparato digestivo, desde donde pasa a la sangre para después de media hora aproximadamente empezar a hacerse sentir sus efectos, los cuales variaran dependiendo de la calidad y cantidad de la sustancia, así como la personalidad de quien la usa y del ambiente. Sin embargo, existen varios efectos que son comunes:
- Sociabilidad (facilidad para el contacto interpersonal).
- Alta autoestima.
- Sensación de euforia.
- Locuacidad.
- Sensación de poseer mucha energía física.
- Aumento del estado de alerta.
- Inquietud.
- Agobio y ansiedad.
- Pánico.
- Paranoia.
- Disminución en la concentración.
- Taquicardia, arritmia e hipertensión.
- Tics y dificultad para coordinar los movimientos.
- Sequedad de la boca, sudoración.
Efectos posteriores al consumo:
- Fatiga.
- Dificultad de concentración.
- Irritabilidad.
- Depresión.
- Disminución de la líbido.
Efectos a largo plazo:
- Depresión.
- Trastornos de ansiedad.
- Predisposición a padecer apnea del sueño.
- Trastornos psicóticos.
- Alucinaciones y ataques de pánico.
Al afectar el éxtasis al metabolismo, hace que su eliminación sea muy lenta por lo que al ingerir nuevas dosis sin haber eliminado del todo el producto tóxico, hace que se vayan incrementando los niveles, llegando a ser mortales.
El éxtasis, al igual que el resto de drogas, produce tolerancia, dependencia (reconocido por el 40 % de los consumidores de éxtasis) y síndrome de abstinencia (así lo reconocen el 60 %) que incluye cansancio, pérdida de apetito, ansiedad, dificultad de concentración, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario