Como hemos venido diciendo desde el comienzo, el consumo abusivo de bebidas alcohólicas, trae consigo consecuencias negativas, pero estas son mucho más graves cuando son los jóvenes, las mujeres, personas mayores, embarazadas y madres lactantes.
Los jóvenes:
Son muchos los jóvenes que se inician en el consumo de bebidas alcohólicas, en edades tempranas, alrededor de los 14 años y sabemos que éste se asocia con absentismo, fracaso escolar, problemas familiares, sociales y de salud.
Es muy importante el número de adolescentes que usan y abusan del alcohol los fines de semana, al igual que lo es la cantidad de comas etílicos que acuden a urgencias. Para complicarlo más, en esta etapa de la vida, la frecuencia con que se asocia el alcohol y conducción es muy elevada y sus consecuencias muy trágicas.
El alcohol impide la maduración cerebral, afectando el normal desarrollo físico y sobre todo psicológico de los jóvenes, por lo que estos no deberían tomar ninguna bebida alcohólica.
Las mujeres:
El sexo femenino presenta unas condiciones especiales que hacen que su organismo tolere peor las bebidas alcohólicas (tomando menos cantidades que los hombres pueden sufrir consecuencias más graves que ellos).
Entre los jóvenes, el consumo se va equiparando en las chicas con respecto a los chicos. Pero el alcoholismo afecta a las mujeres en una proporción de 1:4, es decir, por cada mujer alcohólica, nos encontramos con cuatro hombres alcohólicos.
Esto, sin embargo, no es una buena noticia ya que hasta hace solo 10 o 15 años, la proporción era de 1:10, y con un problema añadido, la mujer bebedora suele negar su alcoholismo con mucha más fuerza que el hombre. Además se esconden para beber, no quieren ser vistas, no reconocen su problema y cuando venimos a darnos cuenta, su adicción ya es muy grave. Además de los problemas típicos de las personas alcohólicas (laborales, familiares, sociales, de salud...), en ellas es mucho más acentuado la percepción de baja autoestima y mal autoconcepto.
La mujer alcohólica, necesitará de mayor atención, más cariño y dedicación por parte de todos.
Las personas mayores:
En este caso podemos hablar de dos tipos de ancianos alcohólicos.
Por un lado estarían aquellos que durante casi toda su vida han sido consumidores importantes de bebidas alcohólicas y en esta etapa de la vida se le unen otras enfermedades propias de su edad, asociadas o no al consumo alcohólico y a la mayor medicación a la que están sometidos.
Por otro lado están aquellas otras personas que sin haber tenido un consumo importante de alcohol, al llegar a esta nueva etapa, donde la falta de adaptación, le hace parecer una persona inútil y su vida carente de sentido, llevándole a caer en la adicción.
En el primer caso habrá que enfocar el problema como de salud física, puesto que si la persona es capaz de dejar el consumo alcohólico, se encontrará mejor.
En el segundo caso se refleja una situación de estrés psicológico y de falta de autoestima y proyección de futuro, por lo que una vez conseguida la abstinencia, habrá que procurar una serie de actividades que le permitan sentirse útil, y sobre todo donde aprenda a querer y sentirse querido.
Embarazadas y madres lactantes:
El consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo, está de sobra conocido, provoca efectos muy negativos en el recién nacido, tales como retraso en el desarrollo psicomotor, hiperactividad, bajo peso y talla al nacer, retraso mental y la aparición de malformaciones. A este cuadro médico se le denomina "Síndrome Alcohólico Fetal".
Para que esto se produzca, no es necesario que la madre sea alcohólica, es suficiciente con que ingiera bebidas alcohólicas durante el embarazo
Una vez se ha producido el alumbramiento, al igual que el alcohol pasa la barrera placentaria y llega al fet, cuando la mujer está en gestación, de la misma manera pasa con la leche de la madre cuando está amamantando a su pequeño, por lo que al amamantar se le estará dando al bebé alcohol, se le está provocando una intoxicación etílica.ente con que ingiera bebidas alcohólicas durante el embarazo, además no se sabe cual es la dosis que puede ocasionar estos problemas.
Por estas y otras cuestiones, ninguna mujer embarazada debería consumir ni una gota de alcohol, lo mismo que aquellas que estén amamantando a sus pequeños.
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