La tolerancia consiste en la disminución progresiva de los efectos conseguidos con la misma cantidad de sustancia ingerida, por lo que se hace necesario el aumento de la dosis para aumentar los mismos efectos en el organismo.
Esto ocurre tanto en drogas legales como en las ilegales, puesto que se puede apreciar tolerancia igual a un medicamento como al alcohol, al tabaco, heroína, etc. y es debido a que el organismo del consumidor habitual de una sustancia (en este caso del alcohol), metaboliza más rápidamente el tóxico, a fin de expulsarlo más rápidamente, por lo que el individuo debe consumir más cantidad y más rápidamente para poder obtener el efecto deseado.
Este proceso ocurre de esta manera, hasta el momento en que el organismo se ve superado por tales ingestas de alcohol, que ya no es capaz de responder y se suspende el proceso de tolerancia.
Todos hemos visto en alguna ocasión a personas a las que parece que no les afecta la ingesta de grandes cantidades de alcohol, y entonces decimos: "Como aguanta ese tipo". Esto no es más que un claro síntoma de tolerancia de una persona bebedora habitual de grandes cantidades de alcohol y por consiguiente, estaremos ante un posible proceso de adicción alcohólica.
También habremos observado alguna vez (más si hemos convivido con estas personas) a individuos que tenían un gran "aguante" con el alcohol y con el tiempo, esas mismas personas se embriagaban con un simple vaso de vino o una copa de licor. Estas, son ya personas a las que su organismo ya no le es capaz de responder, metabolizando a gran ritmo grandes cantidades de alcohol.
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