martes, 10 de julio de 2012

¿Cómo iniciar el tratamiento?



     Cuando hemos decidido romper con la adicción, hemos de iniciar un proceso en el que el primer paso es hacer frente al síndrome de abstinencia, un proceso del que ya hemos hablado y en el que se trata de superar los síntomas habituales cuando dejamos una sustancia de la que dependemos física y psíquicamente (recordemos a un bebé al que se le suspende el uso del chupete y de las protestas en forma de llanto que ocasiona). Una vez superado este paso, se ha de tratar la adicción a la droga haciendo uso de fármacos y terapias psicológicas para lograr la deshabituación a la sustancia.

     Estos tratamientos, encaminados a romper con el hábito del consumo, son aspectos fundamentales de un proceso terapéutico global, que nos ha de llevar al hecho de romper de una forma continuada con el consumo de alcohol y/o otras sustancias adictivas.

     El uso de medicamentos puede ayudar a restablecer la función normal del cerebro y a prevenir las recaídas (no deseables, pero que entran dentro del proceso terapéutico) y a disminuir el deseo de consumo durante el proceso de deshabituación. Actualmente hay medicación para tratar la adicción a los opiáceos y al tabaco, y en proceso otros para los estimulantes y el cannabis, además de revulsivos para el alcohol que provocan malestar a la persona que tomando estos medicamentos, ingieren alcohol.

     Por último una vez superadas síndrome de abstinencia y deshabituación, el siguiente paso es la ayuda al paciente, mediante terapias de grupo de autoayuda, a afrontar la vida sin el alcohol o aquellas otras sustancias a las que era adicto.

     Resumiendo, las fases de este proceso de rehabilitación, consiste en:

      -   Acogida. Donde se trata de reforzar la motivación del paciente, dándole información y resolviendo las dudas que pueda albergar tanto a él como a su familia.

   -  Valoración  Se evalúan los rasgos del individuo (historia toxicológica, diagnósticos médicos, psicológico y social, carencias y necesidades...) y su entorno (recursos con los que cuenta, medio en que se mueve...)  que puedan ser relevantes para su tratamiento.

    -   Desintoxicación. Superación del síndrome de abstinencia (entre 7 y 21 días), sin riesgo para el paciente. Tratamiento fármaco-psicológico para evitar recaídas en el consumo.

    -   Deshabituación. El proceso más largo y difícil (pero también el más bonito), con el objetivo de superar la dependencia psíquica, puesto que la física después del proceso anterior desaparece, en el que se aprende a vivir sin alcohol, con un cambio de estilo de vida, afrontando las dificultades que han de venir, ayudándonos a ser mejores personas con nosotros y con los demás.

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