lunes, 26 de marzo de 2012

Fumadores Pasivos.

       La definición de fumador pasivo es la de aquella persona que pese a no ser fumadora, aspira este humo.

      Puesto que del humo del cigarrillo se inhala tan solo un 25 %, el restante 75 % pasa a la atmósfera (se le denomina corriente secundaria), en la que se ha demostrado de forma fehaciente que existe una mayor concentración de sustancias tóxicas (tres veces más nicotina y alquitrán y unas cinco veces más de monóxido de carbono, que la corriente principal que aspira el fumador).

       Por lo tanto un fumador pasivo que se encuentra expuesto al humo de tabaco, recibirá sustancias tóxicas que menoscabarán su salud. Sirva de ejemplo la de un fumador pasivo expuesto a este humo durante una hora, inhalará una cantidad equivalente entre 2 y 3 cigarrillos; un fumador pasivo tiene entre un 20-30 % más de riesgo de padecer cáncer de pulmón y algún tipo de enfermedad coronaria; los hijos de fumadores corren un 20 % más de riesgo de padecer asma, infecciones respiratoria (30 %), otitis (50 %), etc.

     Por supuesto, si padecemos enfermedades de tipo respiratorio, alérgico, cardiovasculares, o se está embarazada, los riesgos de empeoramiento en las enfermedades en un caso y aborto espontáneo, de nacimiento prematuro o de bajo peso al nacer, en el otro, resultan evidentes.



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